Caracas, mayo de 2025.- Con el lema “Invertir en las personas”, Alianza Social de VenAmCham celebró la quinta edición del espacio Perspectivas Sociales, reuniendo a figuras destacadas en Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y sostenibilidad de todo el país. Más de 760 personas asistieron al evento, que sirvió como punto de encuentro para compartir ideas, experiencias y aprendizajes clave sobre cómo las empresas y organizaciones pueden generar conexiones significativas e impacto social real. La temática central del encuentro se alinea con una de las prioridades de la 55ª Reunión Anual del Foro Económico Mundial, celebrada en Davos a principios de año.
La apertura estuvo a cargo de Amaru Liendo, como presidente de la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (VenAmCham).
“Los eventos de RSE de la Cámara son los más concurridos, lo que representa un impacto positivo para nuestro país y nuestra sociedad. La RSE me ha inspirado a generar oportunidades de éxito para la mayor cantidad de personas posible. No es una moda; es parte de la historia empresarial de Venezuela”, expresó Liendo.
El evento contó con la moderación de Ramón Ostos, en su rol de presidente de Alianza Social de VenAmCham, quien ofreció un repaso por las ediciones anteriores y la agenda de la jornada 2025, significando que “este año, Alianza Social celebra 25 años de trabajo guiado por principios fundamentales: buenas prácticas, transparencia, inclusión y sostenibilidad; pilares que buscamos fortalecer para lograr un impacto duradero”, señaló Ostos.
Durante su intervención, destacó las cinco prioridades temáticas discutidas en Davos 2025 —restaurar la confianza, repensar el crecimiento, invertir en las personas, proteger el planeta y adaptarse a una economía inteligente—, y enfatizó el rol de la confianza como motor de la acción colectiva: “La confianza es el punto de partida, aunque luzca difícil de medir, es la que permite construir alianzas sólidas y avanzar hacia un futuro compartido.”
Juan José Pocaterra: “Ningún país puede crecer más rápido que su capital humano”.
La jornada inició con la ponencia de Juan José Pocaterra, quien abordó la relevancia de colocar a las personas en el centro de las estrategias organizacionales, bajo el título “Invertir en las personas – Davos 2025”.
Pocaterra destacó que, en el contexto actual de acelerado avance tecnológico, las organizaciones deben dejar de considerar a sus equipos como un medio para alcanzar objetivos, y entender que el talento humano es, en sí mismo, el fin más valioso. “En un mundo donde las tecnologías avanzan rápidamente, es fundamental replantear la importancia del talento humano en nuestras organizaciones”, señaló.
Desde su perspectiva, la innovación debe partir desde y para las personas, enfatizando que la confianza es el elemento clave para generar valor a partir de los datos.
Durante su intervención, hizo referencia a las principales tendencias identificadas por el Foro Económico Mundial celebrado en Davos en enero de 2025, agrupadas en tres grandes ejes: desarrollo del capital humano, creación de buenos empleos y el crecimiento y desarrollo sostenible.
Pocaterra, subrayó que “ningún país puede crecer más rápido que su capital humano”, afirmación que sustentó con cifras proyectadas para finales de 2025: se prevé el desplazamiento de 85 millones de empleos por avances tecnológicos, pero, en paralelo, la creación de 97 millones de nuevos puestos en la economía emergente, impulsados por nuevas habilidades y competencias.
Como mensaje de cierre, insistió en que invertir en las personas y su desarrollo, combinando adecuadamente tecnología y capital humano, es la vía para alcanzar un progreso sostenible y equitativo, tanto en Venezuela como a escala global.
Panel: Formación técnica para el mundo laboral – El rol de la academia
Como continuación de la jornada, se presentó el panel “Formación técnica para el mundo laboral – El rol de la academia”, el cual fue moderado por Mercedes Morales, directora de promoción de extensión social de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), y contó con la participación de destacadas autoridades del sector educativo:
- Víctor Rago, rector de la Universidad Central de Venezuela (UCV)
- Francisco Méndez, presidente de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC)
- Guillermo Fariñas, rector de la Universidad Monteávila
- Natalia Castañón, vicerrectora de la Universidad Metropolitana (UNIMET)
La conversación se desarrolló a partir de tres grandes ejes: la adaptación de las universidades al nuevo mundo laboral, las iniciativas innovadoras en formación técnica y el enfoque ético en los procesos formativos.
Víctor Rago afirmó que el rol de la universidad no debe limitarse a adaptarse pasivamente al entorno, sino actuar como agente transformador para un mundo más humano y sostenible. Señaló que las instituciones deben ser espacios de producción intelectual y formación crítica, capaces de insertarse en dinámicas globales y generar impacto a través de alianzas y una revisión profunda de sus estructuras curriculares.
Por su parte, Natalia Castañón destacó que en la UNIMET los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la ética profesional son ejes transversales. Además, mencionó la implementación de minors que permiten a los estudiantes combinar distintas áreas de conocimiento para ampliar sus competencias profesionales. “Cada uno de nuestros estudiantes es único, y eso los diferenciará en el mercado laboral”, afirmó.
Guillermo Fariñas reforzó la necesidad de una formación integral, articulando conocimientos conceptuales, técnicos y humanos. Subrayando que las profesiones deben entenderse como un servicio. “Para ser útiles, debemos formarnos bien y entender que servir es fundamental”, sostuvo.
Desde la AVEC, Francisco Méndez compartió la visión de que la ética debe poner a la persona en el centro. Reconoció los desafíos que implica lograr consensos en lo ético a escala global, pero insistió en que promover valores y mantenerlos en el sistema educativo es esencial para la convivencia y la construcción del futuro.
Mercedes Morales cerró el panel resaltando que una educación de calidad solo es posible si se invierte en el desarrollo tanto del estudiante como del docente. “La tecnología es una aliada, pero no debe abandonar la humanidad”, advirtió. Subrayó que el futuro de la educación pasa por integrar conocimiento, valores y acción.
También hizo hincapié en el impacto de la confianza como motor del desarrollo educativo: “Solo el 23% de la población mundial confía en las instituciones, pero en Venezuela ese porcentaje es mucho más bajo. Y es en nuestras universidades donde debemos comenzar a reconstruir esa confianza”.
Panel: El rol de la empresa en la capacitación y desarrollo humano
El segundo panel de la jornada abordó el trabajo del sector privado en la formación de talento y el desarrollo integral de sus colaboradores. Bajo la moderación de Iván Acosta, CEO de PGA Group, participaron Aurora Hernández, presidenta de Grupo Mimesa; Addison Lashly, director de asuntos corporativos de Grupo Leti; y Adriana Velásquez, vicepresidenta de RR. HH. y cultura organizacional del Banco Nacional de Crédito (BNC).
Acosta dio inicio al panel reconociendo el papel estratégico que desempeñan los equipos de Recursos Humanos en las empresas: “Para tomar decisiones en términos de educación y capacitación, es fundamental tener un principio que nos impulse a creer que esto tendrá un impacto sostenible”, afirmó.
Aurora Hernández compartió que en Grupo Mimesa la capacitación parte de un principio claro: fortalecer las capacidades a través del aprendizaje experiencial. “Aprende haciendo” es una filosofía que se complementa con procesos formales de formación, medición del desempeño y mentoría, además de fomentar la curiosidad como motor del aprendizaje. “Damos permiso para equivocarnos, porque solo así se aprende”, destacó.
También habló de iniciativas de alto impacto social, como un programa nutricional iniciado en 2019 en zonas donde la empresa hace vida. Este ofrece a niños en edad preescolar una bebida proteica y alimentos saludables para sus familias. Según Hernández, estos espacios “son un encuentro con el otro”, y además, inspiran a los colaboradores a “hacer país desde lo que sabemos hacer”.
Adriana Velásquez explicó que en BNC se parte de la premisa de contratar talento con potencial para luego potenciarlo: “Contratamos capacidades que podamos desarrollar, porque cada persona tiene un poder interno que necesita ser reconocido”. Presentó iniciativas como:
- Fórmate con BNC, una plataforma e-learning con más de 40 cursos disponibles para los colaboradores en cualquier momento y dispositivo, abordando temas de bienestar, desarrollo emocional y formación técnica.
- Crece con BNC, un programa dirigido tanto a colaboradores como a sus familiares, enfocado en brindar herramientas para emprendedores que desean materializar sus ideas de negocio, contribuyendo así a la sostenibilidad social desde la empresa.
Velásquez resaltó además la importancia de adaptar el plan de carrera a los cambios del mercado y reducir brechas de talento, con el objetivo de transformar no solo puestos de trabajo, sino también vidas.
Por su parte, Addison Lashly explicó que Grupo Leti basa su modelo en tres pilares: desarrollo sustentable, responsabilidad social y formación médica. Indicó que el rol tecnológico de la empresa parte de tres convicciones clave: conciencia del impacto que tienen sus decisiones, pasión por los hechos y la toma de decisiones basada en datos. “La innovación es indispensable, pero la responsabilidad lo es aún más”, subrayó.
Frente al proceso de reindustrialización, Leti ha apostado por el crecimiento interno y regional, con una estrategia de capacitación continua para mantenerse competitivo en cada región del país.
Iván Acosta cerró el panel con una frase que encapsula la esencia de lo discutido:
“Invertir en las personas no es una opción, es una necesidad para el cuerpo y el espíritu”.
José Antonio Apostólico: “Hoy también es un día para agradecer profundamente a quienes han liderado este esfuerzo durante estos 25 años”
José Antonio Apostólico, gerente general de VenAmCham, ofreció unas palabras en celebración de los 25 años de trabajo social impulsado por la Alianza Social de VenAmCham, destacando su impacto en el crecimiento y fortalecimiento de Venezuela.
“Hoy nos reunimos para iniciar la conmemoración de los 25 años de compromiso con la Responsabilidad Social Empresarial, a través de Alianza Social de VenAmCham. Este aniversario no solo marca el paso del tiempo, sino la consolidación de una visión: la de un sector empresarial que comprende que su éxito no se mide únicamente en cifras, sino también en el impacto positivo que genera en la sociedad”, expresó Apostólico.
“Durante 25 años, la Alianza Social de VenAmCham ha promovido la Responsabilidad Social Empresarial en Venezuela, capacitando organizaciones, impulsando la educación, organizando eventos clave como el Simposio RSE y fortaleciendo alianzas entre empresas, ONG y sociedad civil para el desarrollo sostenible. Y desde hace 21 años, apoyamos el emprendimiento social a través del programa universitario El Reto U, donde impulsamos a jóvenes con iniciativas sociales para sus comunidades, de la mano de valiosos aliados”, añadió.
Finalmente, dedicó unas palabras de reconocimiento a quienes han hecho posible este recorrido de 25 años, quienes con su visión y compromiso han hecho que crezca y se fortalezca, y, sobre todo, a quienes seguirán impulsando esta visión con pasión y determinación”.
Panel: Alfabetización digital y empleos emergentes
El tercer panel abordó el tema de la alfabetización digital y los empleos emergentes, y estuvo conformado por María Victoria Díaz, CEO del Laboratorio de Innovación Digital y moderadora del panel; Nelitza Zabala, gerente general de Superatec A.C.; y Nidia Chávez, directora de Fundación Telefónica Movistar (México).
Desde una mirada integral, el panel analizó los desafíos que enfrenta la región frente a la aceleración tecnológica y cómo las empresas y organizaciones pueden facilitar procesos de inclusión digital que impulsen nuevas oportunidades de empleo.
Nidia Chávez comentó de los retos que implica la transformación digital en una región donde aún existe una profunda brecha en el acceso y uso de la tecnología: “El principal reto pasa por entender qué ocurre dentro de la cultura digital. Vivimos en una era que puede ser caótica y generar temores, pero también es una era llena de oportunidades. La transformación digital ha llegado para quienes se atreven a usarla: solo el 30% de las personas utiliza herramientas tecnológicas; el resto se mantiene al margen. No podemos olvidarnos de ese 70% restante, debemos incorporarlos poco a poco a este mundo digital”.
También presentó el programa “Conecta Empleo”, una plataforma abierta y gratuita que busca construir perfiles digitales mediante la formación en habilidades duras y blandas, con un enfoque accesible y práctico para jóvenes sin oportunidades formales: “La mitad de la población no está reflejada en la inteligencia artificial, lo que también excluye nuestra mirada del mundo. Tenemos que preguntarnos qué está haciendo la academia para dialogar con las comunidades que hoy están fuera del sistema”.
Nelitza Zabala, por su parte, destacó la experiencia de Superatec como organización que ha sabido articular alianzas estratégicas y utilizar la tecnología para fortalecer sus programas de formación: “Superatec significa superación personal a través de la tecnología. Promovemos programas para el trabajo que nos superan, usando la tecnología como una herramientapara potenciar lo que las personas ya son capaces de hacer. Nuestra metodología escucha las necesidades del participante y las conecta con las del sector productivo. Es necesario que el aprendizaje sea práctico, para desarrollar conocimientos e ideas efectivas”.
Zabala enfatizó que el enfoque comunitario ha sido clave para atender a un público joven, entre 11 y 34 años, mayoritariamente de comunidades populares. Desde allí, han desarrollado un portafolio educativo flexible y diverso, diseñado con expertos, que se adapta a diferentes niveles de formación y busca ser una puerta de entrada para quienes no han podido completar sus estudios formales.
Además, mencionó que Superatec está explorando la llamada «tecnología silver», orientada a la población mayor, para responder al cambio demográfico y promover una longevidad activa y productiva: “La población ha cambiado. Ahora es necesario vivir más y mejor. Estamos desarrollando una plataforma que permita la capacitación efectiva de este público, para que puedan continuar aportando a la sociedad desde su experiencia”.
María Victoria Díaz, moderadora del panel, aportó una visión desde los datos, destacando la importancia de medir el impacto para entender si las herramientas tecnológicas están generando transformaciones reales: “Si el reto está en el desarrollo de competencias o en la adopción de tecnología, medir es clave para generar impacto. Entender todas las variables involucradas nos permite evaluar si se está logrando una verdadera transformación en esos espacios”.
Panel: Programas sociales para el desarrollo de las personas y la comunidad
El último panel estuvo centrado en cómo los programas sociales impulsan el desarrollo individual y colectivo. En esta conversación participaron Rosamaría Atencio, vicepresidenta de comunicaciones y responsabilidad social empresarial de Banesco; Alejandro Marius, presidente de la Asociación Civil Trabajo y Persona; y como moderadora, Iraida Manzanilla, Coordinadora de la Red Global de Liderazgo en Voluntariado IAVE Latam.
Rosamaría Atencio presentó la visión estratégica de Banesco en materia de responsabilidad social empresarial, basada en tres pilares fundamentales: educación, inclusión financiera y salud.
“Nuestra política de sostenibilidad está enfocada en acompañar el crecimiento de nuestros aliados sociales y en generar un impacto real en nuestras comunidades. El 90% de nuestra inversión social está dirigida a nuestros colaboradores, y nuestro reto es seguir ampliando ese alcance hacia los sectores más vulnerables. A través de nuestros programas educativos, hemos impactado a más de 3.000 personas, brindándoles herramientas que fortalecen su formación profesional”, explicó.
Desde una perspectiva más humanista, Alejandro Marius propuso una transformación en el enfoque tradicional de los programas sociales. En lugar de hablar de «beneficiarios», su organización se refiere a “protagonistas del bien común”, reconociendo el rol activo que cada persona puede asumir en la transformación de su entorno.
“Invertir en las personas significa pensar en el corto, mediano y largo plazo. No se trata solo de asistencia, sino de acompañamiento real, de creer en el potencial de cada persona para que luego impacte en su comunidad. Cuando una persona se reconoce como protagonista de su desarrollo, puede cambiar su vida y contribuir al cambio colectivo”, afirmó.
Marius también destacó la importancia de fortalecer valores, capacidades y oportunidades desde una mirada integral, donde el crecimiento personal se convierte en motor de transformación social.
Iraida Manzanilla, por su parte, resaltó el valor del voluntariado corporativo y profesional como complemento esencial en estos procesos: “Los programas de desarrollo no solo ofrecen herramientas técnicas o educativas, también movilizan a personas que están dispuestas a compartir su conocimiento y experiencia. Ver cómo un voluntario asesora, guía e impulsa una idea o un proyecto con propósito es una de las formas más genuinas de contribuir al crecimiento de otros”, comentó en su intervención de cierre.
Este panel dejó claro que los programas sociales bien estructurados, sostenidos en el tiempo y con un enfoque centrado en las personas, tienen el poder de fortalecer comunidades, transformar vidas y construir un futuro más justo y sostenible.
Susana Brugada: “La energía más importante de Venezuela no es el petróleo, es la gente”
Susana Brugada, gerente de asuntos corporativos de Chevron Venezuela, compartió la visión y el impacto del compromiso social de la empresa en el país, destacando cómo su inversión ha contribuido al desarrollo humano y sostenible de miles de venezolanos.
Con más de 100 años de presencia en el país, Brugada reafirmó que el compromiso de Chevron va más allá de la energía fósil: “En Chevron creemos que la energía más poderosa de Venezuela no está en el subsuelo, sino en su gente. Es la energía humana —la que nace del esfuerzo, la dedicación y el compromiso— la que transforma comunidades y construye futuro. Por eso, invertir en las personas no es solo parte de nuestra estrategia, es el núcleo de nuestro propósito”, señaló.
La ejecutiva destacó que la visión de desarrollo sostenible de la compañía se basa en abrir oportunidades que generen impacto a largo plazo, especialmente en áreas claves como la educación, la salud y el fortalecimiento comunitario.
“Impulsamos iniciativas que ofrecen herramientas reales para que niños, jóvenes y adultos puedan construir una vida más próspera. Apostamos por la educación como camino al futuro, y por la salud como base para vivir con dignidad y esperanza”, agregó.
En los últimos 15 años, las cifras respaldan ese compromiso:
- Más de 1.300.000 personas beneficiadas a través de alianzas con ONGs, instituciones públicas y privadas.
- 865.000 personas atendidas en programas de salud comunitaria y fortalecimiento de la atención médica especializada.
- 276.000 personas beneficiadas por los proyectos educativos.
- 4.700 docentes y facilitadores capacitados.
- Más de 160.000 alumnos formados directamente en 330 escuelas del país.
Brugada concluyó con un mensaje que significa el espíritu de la empresa: “Nuestro legado en Venezuela está enfocado en potenciar la energía que verdaderamente transforma: la energía de las personas. Cuando invertimos en ellas, invertimos en el futuro del país”.
Andrés Simón González: “Las empresas ya no son solo fabricantes de productos y servicios, las empresas son motores de desarrollo humano”
El cierre de Perspectivas Sociales 2025 estuvo a cargo de Andrés Simón González, CEO y cofundador de Grupo Venemergencia, quien ofreció una reflexión profunda sobre el rol transformador de las empresas en la vida de las personas.
Con una mirada centrada en el propósito y la conexión humana, González inició su ponencia afirmando: “Invertir en las personas no significa solo capacitarlas y ofrecer beneficios. Significa construir espacios donde la gente quiera estar, donde se sienta vista, valorada y con la libertad de cuestionar. En ese cuestionamiento nace el crecimiento, la innovación y el verdadero progreso”.
Durante su intervención, subrayó que las organizaciones modernas ya no pueden limitarse a ser proveedoras de productos o servicios. Hoy, más que nunca, están llamadas a convertirse en espacios de desarrollo humano y ciudadano.
“Somos laboratorios de innovación humana. Nuestro papel va más allá del negocio: nuestras empresas deben ser motores de transformación. Apostamos por universidades corporativas, por la formación con propósito y por liderar con el ejemplo desde una visión humanista del éxito”, sostuvo.
González también hizo un llamado a trascender la lógica transaccional de las alianzas y enfocarlas en generar impacto real:
“Las alianzas deben dejar una huella, incluso si nosotros no llegamos a ver su resultado. La verdadera pregunta es: ¿cómo logramos que nuestras empresas cambien vidas y conecten sectores? Esa debería ser la motivación que nos impulse”.
Finalmente, destacó que el futuro del desarrollo pasa por el encuentro entre la empresa y la educación: “La sostenibilidad social necesita estrategia, compromiso y propósito. El impacto que generamos como organizaciones debe ir más allá del interés económico: debe estar al servicio de la comunidad, de la educación, y del país que soñamos construir juntos”.
Con estas palabras, González dio cierre a una jornada dedicada a resaltar que invertir en las personas es la inversión más valiosa y transformadora para cualquier sociedad.
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