Los desafíos del sector privado en 2017

Vivimos una crisis sin precedentes. En 2016 estimamos que la contracción de la economía fue de 11,3 % y la inflación cerró en 511 %. Ante un contexto tan difícil, surge la pregunta: ¿cómo puede mantenerse a flote una empresa?

Por Asdrúbal Oliveros

 

Mi respuesta arranca diciendo que lo primero que tiene que internalizar la gerencia de una compañía que opera en Venezuela es que esta crisis es de largo aliento, que todavía falta y por ende, es importante construir una estrategia de resistencia para operar en el corto, mediano y largo plazo. Esto parece algo evidente, pero en las empresas como en los ciudadanos parece haber cierta convicción que los cambios vendrán de la noche a la mañana y se tiene la esperanza que será un proceso rápido y no libre de obstáculos.

¿Es suficiente? En Venezuela nunca nada es suficiente. Las empresas además que operan en un entorno macroeconómico adverso, con alto grado de incertidumbre y con amenazas desde el Estado tienen que trabajan en áreas claves:

  1. Retención del talento y clima organizacional: uno de los eslabones más débiles. Hay que trabajar para que el capital humano se quede en las organizaciones y mitigar los impactos de la huida máxima. Eso pasa por prácticas heterodoxas en materia salarial, de compensaciones, horarios, entre otros puntos.
  2. Compras programadas, inventarios y endeudamiento: en un contexto de elevada inflación como el que vivimos, las empresas necesitan disponer de dinero fresco para hacer compras importantes de insumos, materias primas, entre otros. Para ello el endeudamiento en bolívares es una opción: las tasas de interés son reales negativas así que es una manera de diluir el efecto inflacionario en los gastos. Por otro lado, la variación de las tasas de interés es más fácil de controlar y proyectar que la trayectoria que tendrán los precios en el corto y mediano plazo.

Te invitamos a leer el artículo completo en la edición digital de Business Venezuela.

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