William Nordhaus, padre de la economía del cambio climático, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento

Primer fallo de la décima edición de los galardones

El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático fue concedido en su décima edición al economista William Nordhaus, de la Universidad de Yale (EEUU), por fundar el campo de la economía del cambio climático desarrollando “de forma pionera, un modelo que integra las aportaciones de la ciencia del clima, la tecnología y la economía.

Hoy el modelo de Nordhaus, llamado DICE (acrónimo de Dynamic Integrated Climate-Economy model) y su versión revisada que incorpora el enfoque regionalizado (RICE), se han convertido en una herramienta “ampliamente usada”, para determinar los costes y beneficios de reducir las emisiones.

Nordhaus ha usado su modelo y sus conocimientos de economía para evaluar los daños futuros debidos al clima, el riesgo de daños catastróficos o el papel del cambio tecnológico en el sistema energético. Por la transparencia y la simplicidad de su abordaje, los modelos de Nordhaus se usan en todo el mundo para analizar las políticas relativas al clima.

Carbono más caro

Para Nordhaus, lo más importante de su trabajo es que permite poner un precio al carbono. De hecho, esa es, en su opinión, la respuesta correcta a cómo limitar el cambio climático: “La novedad fue ponerle un precio al carbono como medida para frenar el cambio climático. La receta fundamental para paliar el cambio climático es que los gobiernos, las empresas y los hogares paguen un precio alto por sus emisiones de carbono. Hoy no pagan prácticamente nada. Si el precio fuera más alto se recurriría a otras opciones, como las renovables. No es una receta que sepa muy rica, pero es la más eficaz.”

Nordhaus eludió ayer definirse como optimista o pesimista respecto a la capacidad de combatir el cambio climático. Sí dijo que “debemos ser realistas”. A los negacionistas y escépticos “les diría que este es un problema muy importante y cada vez más grave, con un gran impacto por la subida del nivel del mar, los incendios forestales, consecuencias para la salud… Esto es real.

El economista galardonado es consciente de que su trabajo no se ha traducido aún en medidas políticas prácticas: “Hasta ahora no se ha hecho prácticamente nada a escala global para detener el cambio climático. Vamos en la dirección adecuada, pero damos dos pasos para adelante y dos para atrás. Este es uno de los procesos políticos más complejos que afrontamos, porque nos obliga a imponer costes ahora para proteger el futuro lejano, y eso es muy difícil”.

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