Turismo en las alturas

Un suculento almuerzo, pasar un fin de semana diferente, la fiesta familiar o la reunión de negocios, o solo dar un paso por sus senderos son algunas de las opciones que ofrece ese portento de la naturaleza llamado Ávila

 Por Jesús Hurtado 

El Ávila, la majestuosa montaña a cuyas faldas se alza Caracas, esconde una oferta turística desconocida para la mayoría. Paisajes de ensueño, una variada carta gastronómica y la oportunidad de pasar un fin de semana relajado en medio de un jardín contemplando el mar Caribe, son algunos de los disfrutes que ofrece Galipán, el asentamiento con aires de pueblo que a solo 30 minutos de Caracas lleva al turista a descubrir la otra cara del cerro Ávila.

Si de comer se trata, las posibilidades han variado bastante desde que en la zona de San Isidro el abasto El Merendero se iniciara como pionero de las artes culinarias galipaneras. Por más de 50 años este sencillo comedero ha ofrecido unos sándwiches de pernil y jugos de frutas naturales de antología, cuya calidad permanece y no ha podido ser superada por sus nuevos competidores en la zona de Boca ‘e Tigre, punto donde se tomas las rutas para los diferentes sectores del lugar.

A partir de esos nobles emparedados, la carta se ha extendido y hoy se puede disfrutar desde una auténtica pizza italiana cocida en leña hasta la más suculenta comida de la campiña francesa, pasando por asados criollos y condumios españoles.

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